‘Lola- ¿No sé? El tiempo pasa tan rápido, y lo erosiona todo y vacía de sentido…
Montse- ¿Qué? Me has pillado a traspiés. Me pasas de los bailes de salón y de la dieta del pepino a esta reflexión ¿De dónde vengo, a dónde voy?
Lola- Es que ya no encuentro sentido a la relación con mi marido, es que ya no tenemos nada en común, es que hace tanto tiempo que estamos juntos… ¿O es que no encuentro sentido a mi vida? La soledad me invade cada rincón del alma.
Montse- Es que cuando te casas el cura te dice: “Hasta que la muerte os separe” y antes vale, la gente se iba muriendo pronto. Pero ahora es para toda la vida y hoy en día eso son muchos años…’
… y la conversación continúa. Puedes completarla tú, si la historia te suena.
Desde finales de los sesenta se habla de forma recurrente de la crisis de los 40. Después se ha pasado a la de los 50 ¿Pero, realmente que es esta crisis? Mira la siguiente imagen y después, continúa leyendo.
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¿Cómo puede que tengamos el mismo patrón de vida ahora que en los años 60?
Sí, mismo patrón de vida:
Niñez. Jugar y aprender.
Adolescencia. Aprender, trabajar (si se puede, harto difícil) y ‘fiesta’.
Juventud1. Estudiar, trabajar (ídem) y ‘fiesta’
Juventud2. Trabajar (ídem), formar una familia y tener hijos.
Mediana edad 40/50 años. Trabajar ¿y…?
Hasta finales de la década de los 60 empezar a pensar en un futuro no muy lejano porque poco tiempo quedaba.
A partir de la década de los 70 ¡Queda un montón de años! ¡Y la mayoría de los proyectos personales, profesionales finalizados, o casi!
¿Y ahora qué hago con tanto tiempo?
Pues, si no has llegado a este momento, empieza por dar sentido y significado a tu existencia, que lo que estés haciendo a nivel personal y profesional que sea de tu libre elección y vocación, y no des por finalizado tu proyecto de vida tan pronto.
Y si ya te encuentras en esta situación porque el tiempo ha corrido rápido… pues muy sencillo vuelve a dar sentido y significado a tu vida ¿Cómo?
- Establece un propósito a todo el tiempo que te queda.
- Caza, atrapa tus sueños, y fíjalos como metas, objetivos a conseguir.
- Simplifica y limpia tu vida de lo superfluo en cada uno de tus ámbitos, en el físico, mental, espiritual y trascendental. En pocas palabras ‘Elimina carga’.
- ¿Cómo? Tomando decisiones con valentía y coraje para perseguir tus objetivos y reconociendo a los viajeros que te acompañen en el viaje.
- Vuelve a creer en las ilusiones y a crear proyectos.
- Y por último, acción, acción y más acción.
Entiéndelo. No puedes vivir del mismo modo y con los mismos proyectos que las personas que vivían 20 o 30 años menos que tú.
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