¡Parece fácil!
¿El qué? Establecer unos objetivos, un plan de acción y llegar a un compromiso con nosotros mism@s para alcanzar nuestra meta…al fin y al cabo nuestro sueño.
¿Pero qué ocurre cuando no sabes lo que quieres? Entonces lo más fácil es dejarse llevar, que la vida nos lleve a donde venga bien. La verdad, también es una opción.
‘…y cuando entro en casa, saludo, nadie responde, avanzo, paso frente a la habitación de mi hermano y lo veo descargándose porno, atento a su tarea, absorbido, entregado, y escucho a mi padre gritándole a mi madre, y a mi madre lloriqueando, y a mi padre diciéndole que deje de hacerse la victima, y a mi madre contestando que a él le vendría muy bien aprender a llorar, entonces yo me encierro en mi habitación y me recuesto a seguir pensando por qué la vida de los demás siempre parece tan intensa, tan real, pero a mí en cambio nunca me pasa nada.’ Hacerse el muerto. A. Neuman
¿Pero qué te parece decidir tu destino? ¿Vivir una vida real y más intensa?
La verdad, también es otra opción.
Pues vamos a averiguar que te interesa, que te ilusiona, que te hace vibrar. Para ello nada mejor que ‘limpiar’ tu mente. Ahí van una receta para que empieces a
‘cocinar’ tu mente:
Ingredientes:
Energía, valentía, ilusión y ganas…como no, también unas pizcas de buena suerte (pero este ingrediente no lo añades tú).
Pasos a seguir:
- Se coge la desgana, desmotivación, tristeza… y se coloca en la papelera de reciclaje.
- Se identifican problemas, preocupaciones y se les da respuesta y solución. Son pruebas de crecimiento personal, nos curten para vivir con intensidad y disfrutar de los buenos momentos.
- Identificas tus miedos. Les das el valor que tienen y, los eliminas o convives con ellos con valentía.
- Activas las ganas de mejorar tu vida, ilusión por tener tu proyecto y querer transformar tus problemas en crecimiento personal.
- Empieza a cuidar tu cuerpo y tu mente.
- Adopta una dieta saludable y respetuosa con los otros seres vivos.
- Haz ejercicio, entra en contacto con la naturaleza: el sol, el agua, el aire, la tierra. Activa tus sentidos.
- Ensúciate de barro…
- Y lo más importante, desconecta, se consciente de que estás infointoxicado, que tienes sobrepeso de saber. Activa tu intuición y deja paso libre a tus emociones, da paso a las sensaciones de tu alma.
- Averigua cuál es el sentido, el significado que le quieres dar a tu vida. Identifica tu objetivo supremo.
- Y ¡chup! ¡chup! a fuego lento… tiempo, al tiempo, relax, paciencia… como el buen vino hay que dejar reposar un tiempo en bodega.
Cómo degustar:
Con empatía hacia los demás, siendo una persona libre, independiente pero necesitada y volcada a los demás. Y como no, alegría y felicidad.
La digestión:
Siente, ¡vive la vida! Y a otra cosa mariposa.
[…] gracias a tus pensamientos, emociones como son la alegría, la satisfacción y por ende la felicidad. Aquellas que también dependen de tus […]