¿Te consideras modesto, empático, tranquilizador, simpático, y porque no, también algo indolente?

Y muchas veces te dices:

Lo dejo para mañana

Mejor sigo la corriente

Si es así continua leyendo puede que tu tipo de personalidad según la clasificación del eneagrama sea:

El pacificador.

Te aterra ser un individuo aislado, prefieres fundirte con otra persona o seguir calladamente en tus ensoñaciones idílicas.”

 

He llamado el pacificador a este tipo personalidad  porque ningún tipo se dedica más a la búsqueda de paz interior y exterior para sí mismo y para los demás.

Las personas de tu tipo de personalidad suelen ser personas espirituales que anhelan la conexión con el cosmos y con los demás. Trabajan por mantener su paz mental así como por establecer la paz y la armonía en su mundo.

Y te consideras nadie especial, perezoso, mediador, apacible, invisible, apático.

  • Sueles pasar inadvertido y evitas tomar partido para no entrar en conflicto.
  • Te cuesta mucho decir que NO a los demás.
  • Pareces humilde, pero en realidad te infravaloras, contentándote estando en un segundo plano.
  • Eres muy fácil de complacer y normalmente crees que lo que tienes es suficiente.
  • Eres perezoso y tiendes a pensar que tus tareas o responsabilidades se resolverán solas. Sueles dejarlo todo para el último momento.
  • Es muy difícil que te enfades, aceptas sin quejarte todo lo que te trae la vida.
  • Crees que no puedes autoafirmarte porque entrarás en conflicto con los demás.

 

Acepta la posibilidad de la metamorfosis, del cambio profundo para convertirte en:

Participativo, sosegado pero al mismo tiempo dinámico, amable y lleno de armonía.

  • Incrementa tu autoestima, la motivación, la honestidad contigo mismo y la eficacia.
  • Practica la serenidad y la tranquilidad, reduce la hiperactividad.
  • Aprende a decir no sin sentirte culpable de ello. Eres libre para hacer lo que más te apetezca, date la oportunidad de ser lo que tu quieras.
  • Toma decisiones sin miedo a fracasar. Tu forma esencial de ser tranquila te permite acertar en la decisión, sin prisas.
  • Invierte tiempo en ti mismo, de verdad. Los esfuerzos iniciales pueden hacer aflorar muchas ansiedades, pero si perseveras la recompensa será mucho mayor de lo que imaginas.
  • No dejes que los demás te avasallen, no te conformes únicamente en escuchar, participa, tienes mucho que decir.
  • Establece rutinas productivas, que te obliguen a activarte.

 

Acabas comprendiendo que tus decisiones y opiniones no sólo importan, sino que son necesarias.

Es la sabiduría que te aporta el eneagrama.