Decidirte a dar el salto, cuando no ves lo que hay debajo, siempre es difícil, pero a veces es imprescindible para seguir creciendo como persona y profesional, y salir de la zona de confort.
El salto puede ser de vértigo pero la rutina mata poco a poco, puedes convertirte en un muerto viviente. Para ser mejor como persona, aunque sea solo por ti mismo, para ser mejor profesional y dar sentido a tu vida, no hay más alternativa que crecer, ello implica aprender, experimentar y muchas veces equivocarse, pero sin riesgo no hay posibilidad de mejora.
La zona de confort te engaña, parece que es un hermoso lugar, pero es un lugar estéril y sin futuro, nada crece en ella, lo único que se acrecienta es tu aburrimiento.
En varios momentos de tu vida es imprescindible salir de la zona de confort o zona de rutina. Buscando nuevas experiencias que ayuden a ampliar el horizonte de tu vida, es la única manera de crecer y mejorar, y como no, es el camino de la felicidad, por lo menos hay oportunidades de alcanzarla. En la zona de confort te encuentras en estado opiáceo, dormido que no durmiendo.
Definiciones de zona de confort o zona de aburrimiento:
Conjunto de competencias y habilidades que manejas con soltura, proporcionándote buenos resultados sin correr riesgos. Te sientes seguro pero no necesariamente feliz”. Diego Vicente
La zona de confort es un estado psicológico que nos permite vivir en una burbuja de comodidad con una rutina sin sobresaltos. En cierto modo todos tenemos tendencia a permanecer en ese espacio, porque nos ofrece una serie de sensaciones positivas en nuestra vida. Pero puede ser un arma de doble filo”. Regarder
¿Por qué dar el salto?
¿Qué aporta el salto acompañado de la sensación de vértigo?
- Motivación e ilusión, que buena falta nos hace a todos. Si quieres averiguar el nivel de tu motivación clicka sobre la imagen y realiza el test en el cual obtienes un informe inmediato.
- Autoconfianza al aceptar nuevos retos y encontrarte con una ampliación de tu realidad.
- Amplitud de miras y mayor flexibilidad ante mundos diferentes al tuyo. Tu mente se abre a nuevas perspectivas.
- Mayores incentivos, y por tanto mayor energía y determinación.
- Mayor posibilidad de obtener la felicidad al dar sentido a la vida mediante un crecimiento continuado.
- Recuperar la frescura de la infancia, donde estabas permanentemente saliendo y ampliando tu zona de confort. Transformandote y sintiéndote vivo.
Recuerda que todo es un producto de nuestra cultura, la cual nos inyecta grandes y constantes dosis de miedo para tenernos bajo control social, y ser fácilmente domados y dominados, reteniéndonos en esa zona oscura y anodina que es la zona de confort.
Te adaptas a tu burbuja de comodidad aunque cada vez te atrape más y no te deje ser tu mismo, abandonandote a la mediocridad y la monotonía.
¿Qué hacer una vez que has decido dar el salto, o antes?
- Contar con un buen plan. Descubre tu sueño, establece el punto de llegada, traza tus limites, asigna recursos y crea un plan de acción.
- No retroceder si tu plan no funciona, mantener el punto de llegada, redefinir los objetivos operativos, las etapas a seguir, es decir mejorar o cambiar el plan.
- Y puedes también contar con un plan B, por si consideras que tu decisión ha sido errónea. Siempre te aportará mayor tranquilidad y una alternativa, aunque considero que esto te quita fuerza y determinación para ir en pos de tu sueño.
- Recuerda el último día siempre te arrepentirás más por lo que no hiciste que por lo que hiciste y no salió precisamente como querías. Por lo menos es lo que confiesan todos los moribundos.
- Salir de la zona de confort no significa abandonarla, salir significa ampliarla, mantén un equilibrio entre lo rutinario y novedoso, hasta abandonar completamente lo rutinario si es que no te aporta nada.
- Convierte en rutinario el fijarte nuevas metas y objetivos. Te mantendrá vivo y joven.
Y no te preocupes por si fracasas y pierdes, al final de esta vida acabarás perdiéndolo todo,
por lo tanto un poco de riesgo no te sentará mal.
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