Para un cambio personal es imprescindible reconocer quién eres.
Mírate en el espejo.
Cuando pretendas un cambio personal, indudablemente focalízate en aquellos aspectos de tu persona a mejorar o transformar, pero recuerda: para que un cambio no se diluya a la primera vuelta de la esquina, realiza una transformación holística, aquella que tenga en cuenta tus 4 dimensiones personales:
Tu dimensión física, tan sencillo como tu cuerpo, vives en él y te da todas las posibilidades.
Tu dimensión mental, ya no tan sencilla de entender, inicia un proceso para saber cuál es tu patrón mental, aquel mapa que te permite navegar por tu realidad, que es única y no coincidente con nadie más.
Tu dimensión emocional, tus emociones requieren de movimiento, si se estancan te intoxican. Acepta que tus emociones no están en tu corazón, están en tu mente. Si aceptas esto y aprendes cual es la dinámica de las emociones, tu vida dará un salto extraordinario siendo libre de emociones tóxicas.
Tu dimensión espiritual, no me refiero a aspectos religiosos o místicos, simplemente a la pregunta ¿Sabes cuáles son tus metas? o aquello que te preguntaban de niño ¿Sabes que quieres ser de mayor? Y con ello no me refiero a las típicas respuestas, como bombero, modelo, policía o abogada. En estos momentos es saber cómo quieres vivir tu vida.
Te recomiendo una serie de post sobre cada una de estas dimensiones que en su día gustaron a bastantes personas que querían tomar la decisión de dirigir su destino. Clicka sobre la imagen de la dimensión que más te interese, y que te permita reflexionar de cómo afrontar un cambio que perdure.
Dones naturales y energía. Dimensión física.
Tu tipo de personalidad. Dimensión mental.
Relaciones tóxicas. Dimensión emocional.
Son las metas solo para deportistas. Dimensión transcendental
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